viernes, 16 de noviembre de 2007

Niños con adultos = Comprensión

¿Alguien ha dicho alguna vez que a un niño muy pequeño no se le puede enseñar a leer ni a escribir? La enseñanza de la lectura y la escritura sí puede ser llevada a cabo desde los primeros años de vida de un niño puesto que, antes de leer y escribir, los niños deben poder producir formulaciones transferibles al lenguaje escrito.
Vivimos en un mundo rodeado de textos, afiches, etc. Por lo tanto, desde que nacemos estamos inmersos en un mundo letrado y es así como el adulto va cumpliendo un papel fundamental en el desarrollo de la lectura y escritura en el niño, ya que estos procesos, al ser prácticas culturales, implican "que la relación del niño con ellas se construye a través de los casos particulares que observa en su familia o en la educadora" (Cf. Rockwel, 1966) Y de esta forma el adulto va cumpliendo un papel de modelo experto en el aprendizaje del niño de tal manera que el niño al ingresar al colegio no se encuentre en desventaja en la competencia lingüística.

La escuela debe promover el aprendizaje complejo, desafiando al alumno en la construcción de significados, ya que para que el niño aprenda a comprender, lo que lea debe tener cierto grado de complejidad que lo desafíe, de tal forma que en él se vayan internalizando actitudes lectoras positivas. Pero ¿Qué es leer? "leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, mediante el cual el lector construye un significado, utilizando sus propios conocimientos… y las claves que el texto le proporciona" (Baeza, P. y Solís, M., 2006-2007). Entonces ¿Cuál es el principal objetivo de la lectura?...
Existen diversos objetivos de la lectura, pero el principal tiene como propósito el fomentar el placer por la lectura, el goce. Sin embargo, los demás propósitos que motivan a la lectura de un texto son:


  • Leer para obtener una información precisa. Por ejemplo, localizar un dato.
  • Leer para seguir instrucciones.
  • Leer para obtener una información de carácter general. Por ejemplo, saber de qué trata un texto.
  • Leer para aprender, es decir, ampliar conocimientos.
  • Leer para revisar un escrito propio.
  • Leer para comunicar un texto a un auditorio.
  • Leer por placer.

Finalmente, para ir promoviendo y desarrollando estos procesos, se hace necesario que, como docentes, trabajemos ayudando a los alumnos a utilizar diversas estrategias que los lleven a la obtención de su principal objetivo, siendo éstas entendidos como secuencias de acción dirigidos a una meta específica, en este caso, la comprensión lectora en el alumno, que lo lleve a entender, comprender y encontrar significado a lo que lee.


Bibliografía:

Medina, A. Ponencia: leer y escribir desde la sala cuna: entrar en el mundo del lenguaje escrito. PUC 2006
Baeza, P. y Solís, M. Leer para comprender: estrategias de lectura. Ailem UC 2006-2007


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